Nota importante

Todos los nombres de las personas, clínicas o doctores utilizados en las cartas abiertas,
son ficticios para proteger el anonimato de los pacientes.

Mi relato personal

Yo fui una de esas mujeres diagnosticadas en reproducción asistida. No podría tener hijos de forma natural. Mis trompas no estaban bien y mi única opción de ser mama era una fecundación invito. Llore mucho ese día y unos cuantos más.
Me consideraba una persona fuerte pero hubo momentos que la presión parecía superarme. Pero uno tiene que levantarse y seguir hacia delante.

En mi primera fecundación…Bingo!! Me quede embarazada. Mi dicha duro poco. Mi ecografía reveló un embrión con bradicardia (su corazón iba muy despacio) pronto ese embrión dejo de latir y a las 9 semanas me hicieron un legrado.

Pensaba que si me quede embarazada a la primera, todo iba a ser muy fácil. Durante mis tratamientos llevaba una vida totalmente normal. Y cuando les conté a mi familia y mis amigos que tenía problemas, mi cuerpo se liberó. Es complicado explicarle a la gente que tanto te pregunta. Y tu para cuando? Así evitas esa pregunta que tanto miedo te produce volver a escuchar.

Dicen que la relación de pareja se resiente. Nosotros poníamos un poco de humor en todo para relativizar las cosas. Y es que si lo piensas no deja de resultar cómico.Cómo prácticas a todas horas. Día si, día no. Al terminar con las piernas para arriba., mirando al sol o incluso a la luna. Leyendas urbanas que acabas por creer.Y que esas leyendas nunca podrán hacer efecto en ti.
Luego los análisis, las pruebas, las ecografías… Sintiéndote un conejillo de laboratorio.

Mis peores momentos las esperas de las betas, cuantas veces visitando el baño. Entonces lo cómico se vuelve trágico.
Tuve que esperar unas cuantas betas más. En mi sexta transferencia volví a quedarme embarazada. La alegría fue doble una niña y un niño.

Os pido que luchéis hasta quedaros sin aliento. Pero si ya llegáis hasta ese extremo también podéis decir basta. Yo empecé a gestionar mis emociones y asimilar que a lo mejor mi vida sería sin hijos. También me merecía ser feliz de esta manera.
Ahora mi lucha me parece muy poca, al lado de la felicidad que me dan ellos. De dos hemos pasado a cuatro. Y por supuesto nuestra felicidad es inmensa.

De verdad, os deseo mucha suerte. Solo por estar en este camino sois ganadoras. Tenéis que estar muy orgullosas de estar ahí.