Uno de los grandes logros de la ciencia contemporánea fue el desarrollo de una vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), uno de los más preocupantes por desencadenar cáncer de cuello uterino.
Para poder lanzar una vacuna formalmente, se requieren años y años y de estudio, no solo para el descubrimiento de su efectividad, sino también para evaluar los efectos secundarios o posiblemente nocivos que pueda producir en los individuos en que se suministre. Una vez comprobado científicamente que es eficiente e inofensiva para los seres humanos, entonces puede empezar a administrarse en la población de interés.
El año pasado, Gayle DeLong, un personaje declarado antivacunas aunque no es científico ni médico, publicó un documento en el que afirma que la tasa de natalidad en los Estados Unidos se ha visto reducida en parte a causa de la administración de la vacuna contra el VPH. Sin embargo, esto es difícil de creer pues los estudios realizados en torno al tema durante más de una década no han arrojado evidencia sólida de que esta tenga efectos negativos para la fertilidad.
“Los resultados sugieren que las mujeres que recibieron la vacuna contra el VPH tenían menos probabilidades de haber estado embarazadas que las mujeres del mismo grupo de edad que no recibieron la vacuna. Si el 100 por ciento de las mujeres en este estudio hubieran recibido la vacuna contra el VPH, los datos sugieren que el número de mujeres que alguna vez concibieron habría disminuido en 2 millones”.
El informe que relacionaba las vacunas con el autismo
DeLong no es un especialista de salud, sino que tiene un doctorado en economía y finanzas. A pesar de ello, se ha involucrado con varios movimientos antivacunas, y es de especial mención su artículo publicado en 2011 en el que informa haber encontrado una relación entre el desarrollo de autismo y las tasas de vacunación infantil en los Estados Unidos.
Dicho informe fue criticado fuertemente por la comunidad científica y especialistas en autismo, precisamente porque a partir de una metodología deficiente divulgó conclusiones que atentaban contra años de investigación en el área.
Especialistas desmienten que la vacuna contra el VPH cause infertilidad
Ahora bien, el informe que relaciona la infertilidad con la vacuna contra el VPH ha sido también rechazado por los científicos. Dos de ellos, Ayako Shibata y Yuki Kataoka, publicaron una carta en otra revista explicando por qué estos resultados son imperfectos y totalmente errados.
Quienes hayan leído nuestros artículos sobre la vacuna contra el VPH, sabrán que esta está indicada prioritariamente a mujeres antes de su edad reproductiva, por lo general, niñas entre 11 y 12 años de edad. Dicho esto, y considerando el poco tiempo que se ha estado implementando dicha vacuna, si la tasa de fertilidad en realidad se viera afectada por la aplicación de esta, esto es algo que tardaría mucho más tiempo para poder observarse.
De hecho, estos aseguran que la baja tasa de natalidad que en efecto se ha registrado recientemente puede deberse en realidad al mayor acceso que tienen las mujeres en la actualidad a los métodos anticonceptivos. Así también, podría haber influencia de ciertas opiniones culturales, como que es mejor esperar un poco más para tener hijos.
Pero la investigación de DeLong no se enfocó en las tasas de anticoncepción entre las mujeres, sino únicamente en las tasas de natalidad. Es por ello que factores como los métodos anticonceptivos pasaron desapercibidos.
“La baja proporción de vacunación contra el VPH en “mujeres embarazadas” podría deberse a que las mujeres embarazadas estaban exentas de la vacuna contra el VPH porque ya eran sexualmente activas”.
Por otro lado, la microbióloga y comunicadora científica Elisabeth Bik también dio su opinión sobre el informe de DeLong, al cual se refiere como “muy defectuoso y sesgado” y con potencial de ser “malinterpretado o mal utilizado”.
En su informe, DeLong señala que incluyó datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, que representa a 8 millones de mujeres. Sin embargo, la muestra real empleada para ello fue de apenas 700 mujeres. Además, comparan dos grupos: vacunados contra el VPH versus no vacunados contra el VPH, cada uno de los cuales está conformado por cantidades muy diferentes.
Bik consiguió otro punto digno de mención, que era el grado de instrucción de las mujeres. Aquellas que tenían título universitario tenían más probabilidades de encontrarse en el grupo de mujeres vacunadas, y al mismo tiempo, era más probable que estas decidieran tener hijos en edades más avanzadas.
“El autor limitó aquí el estudio sobre mujeres de 25 a 29 años, que está por debajo de la edad promedio en que las mujeres con un título universitario tienen su primer bebé. “Si limita el grupo de estudio a mujeres <30 años, eso significa que las mujeres promedio con un título universitario aún no tuvieron su primer bebé. Este grupo de edad se elige demasiado estrecho para hacer alguna correlación con el estado de la vacuna”.
La vacuna en realidad puede proteger a las mujeres de la infertilidad

Investigaciones recientes y sólidas con una muestra mucho más robusta no han encontrado conexión alguna entre la vacuna contra el VPH y el riesgo de insuficiencia ovárica primaria. Esta, en lugar de representar una amenaza para las mujeres, parece funcionar más bien contra los problemas de infertilidad relacionados con el cáncer de cuello uterino, una consecuencia de la adquisición del virus.
Allison Naleway, epidemióloga senior del Centro de Investigación de Salud Kaiser, estudió casi 200,000 mujeres jóvenes y no encontró riesgo de menopausia prematura luego de la aplicación de esta u otras vacunas:
“Los informes de menopausia prematura después de la vacuna contra el VPH han recibido mucha atención de los medios, incluso en las redes sociales. Sin embargo, estos informes se basaron en un pequeño número de casos aislados y deben interpretarse con precaución. Para aclarar este problema, realizamos un estudio de casi 200,000 mujeres jóvenes y no encontramos un riesgo elevado de PDI después del VPH u otras vacunas recomendadas”.
La responsabilidad de la revista
Ahora bien, muchos se preguntarán cómo es que estudios con tan pocas bases y conclusiones tan preocupantes y polémicas han logrado pasar los estrictos filtros para su publicación y en efecto difundirse a través de revistas como el Journal of Toxicology and Environmental Health.
Dicha revista, al igual que el autor de la investigación, parece apoyar al sector anti vacunas. La evidencia de ello está en su aprobación de una serie de documentos dudosos emitidos por conocidos anti vacunas; entre ellos, el que vincula el autismo con las vacunas.,
Por el momento, no hay prueba alguna de que las vacunas contra el VPH afecten la fertilidad de la mujer, así que su implementación debe continuar hasta erradicar por completo el contagio con el virus.
Referencias:
A lowered probability of pregnancy in females in the USA aged 25-29 who received a human papillomavirus vaccine injection. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29889622
Letters to the editor; a possible spurious correlation between human papillomavirus vaccination introduction and birth rate change in the United States. https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/21645515.2019.1586032
Comentario de Elisabeth M. Bik. https://pubpeer.com/publications/EB6928167002474F1F1A5BB86DDA1A
HPV vaccination does not negatively impact fertility in adolescents, large study finds. https://www.sciencedaily.com/releases/2018/08/180821114430.htm