Dr.Óscar Oviedo
Aunque la más conocida es la genética, existe otra rama de la biología llamada epigenética directamente relacionada. ¿Qué papel cumple en la reproducción asistida?
La epigenética y la genética son ramas de la biología que están relacionadas íntimamente. La más conocida es la genética, la cual se encarga de profundizar en el estudio de cómo los caracteres que se heredan se van transmitiendo de generación en generación.
Podríamos definir la epigenética como el conjunto de procesos y reacciones químicas que modifican la actividad del ADN, sin llegar a alterar su secuencia. Para entenderlo con otras palabras, se suele utilizar la analogía de la partitura y del músico que interpreta la partitura, la partitura sería lo que viene definido por la genética, y la interpretación de esa partitura correspondería a la epigenética: donde en diferentes ambientes, o diferentes intérpretes, podrían hacer más fuerza en una parte de la partitura o dejar otra parte sin interpretar. La función principal de la epigenética determinará que genes se expresan, llegando a la conclusión de que se ha demostrado que el material genético que albergan nuestros genes no es lo único que determina cómo somos.
Nuestras propias experiencias pueden marcar nuestro material genético de una forma hasta ahora desconocida, y estas marcas pueden ser transmitidas a generaciones futuras.
Por medio de la epigenética los genes se regulan y se observa cómo es la adaptación al medio ambiente dada por la plasticidad del genoma, lo cual tiene como resultado la formación de distintos fenotipos (características físicas) según el medio al que sea expuesto el organismo.
Algunas de estas modificaciones presentan un alto grado de estabilidad y, al ser heredables, se puedan mantener en un linaje celular por muchas generaciones.
¿Por qué se dan estas variaciones?
El proceso de regulación epigenética se puede dar por cambios en la configuración de la cromatina (sustancia que se encuentra en el núcleo de la célula, formando el material cromosómico compuesto por ADN unido a proteínas) según la interacción de ésta con las histonas (son proteínas básicas, forman la cromatina junto con el ADN). Si la cromatina se encuentra muy condensada, los elementos que ayudan a transcribir el gen no pueden acceder a dicha región del ADN y, por lo tanto, el gen no se transcribe; el gen es silenciado. En contraste, si la cromatina no se encuentra condensada, la transcripción del gen podría ocurrir.
También son los procesos de metilación los que tienen un papel protagonista en la acción de la impronta genómica (grabado de los genes que definirá nuestro sello personal). Durante la gametogénesis se inicia la impronta genómica y por lo tanto esta es heredada durante la fusión de gametos.
En reproducción asistida
En el embrión, la epigenética realiza una función esencial ya que ha de establecer, de entre los 20 a 25.000 genes, los que se han de expresar y en qué momento del desarrollo. Las modificaciones epigenéticas serán las señales para determinar que genes se expresan en cada célula para llevar a cabo un correcto desarrollo embrionario.
Existen un conjunto de moléculas que se colocan alrededor de las cadenas de ADN y establecen los cambios epigenéticos que determinarán la expresión de los genes activándolos o silenciándolos.
Esta regulación epigenética es importante a lo largo de toda la vida, pero es especialmente importante durante el desarrollo embrionario y fetal, puesto que ocurren procesos claves para la vida.
Cuando se forma el cigoto tras la fecundación, se produce la reprogramación epigenética, es decir, desaparece la epigenética de los padres para evitar la posible acumulación y transmisión de errores. Así se forma un nuevo epigenoma.
Durante el desarrollo dentro del útero gracias a los fluidos maternos, el embrión obtiene elementos que se unirán a sus genes interviniendo es su expresión, y por tanto afectando al desarrollo embrionario, por lo que podemos decir que la madre modifica la información genética del niño.
La dieta, el ejercicio, el estrés, el tabaco, etc, influyen en el epigenoma del bebé. En el caso de los alimentos, la mujer metaboliza los nutrientes y de ellos obtiene diferentes moléculas, como por ejemplo los grupos metilo que silencian los genes al modular el ADN.
La madre tiene un papel clave más allá de los genes, el ambiente intrauterino es fundamental para el buen desarrollo del embrión. Las moléculas secretadas por la madre pueden influir en la apariencia del futuro hijo tanto física como psíquicamente.
Por lo tanto, las mujeres que tienen hijos gracias a óvulos de donante modelan el ADN embrionario, poniendo una significativa parte de sí misma en el “cómo “será su futuro hijo.
FUENTE: SERPADRES.ES