Tema: Infertilidad y Embarazo
Buenos días,
Soy María Peña, psicóloga sanitaria y colaboradora de ASPROIN.
El pasado mes de diciembre, participamos en una entrevista sobre infertilidad en un programa de Radio Popular Bilbao. Fue una experiencia fantástica, y confiamos en haber ayudado a muchas personas que se encuentran en un proceso tan duro como éste.
Para poder ayudar a más personas, en esta entrada de blog hablaré del contenido de algunas preguntas que me hicieron y que no se difundieron, por falta de tiempo, en el programa de Radio. Espero que sea de ayuda. Podéis poneros en contacto conmigo, tanto a través de ASPROIN, como a través de mi página web http://www.ayudapsicologos.com/ para resolver cualquier tipo de dudas. Un abrazo y mucho ánimo.
1. ¿Cómo es desde el punto de vista psicológico un proceso de reproducción asistida? ¿Las personas sienten miedo, esperanza, incertidumbre…una mezcla de todo?
En general, es un proceso bastante complicado: por el propio tratamiento médico en sí mismo, por el daño en la autoimagen personal (sobre todo en el caso de la persona a la que se le ha diagnosticado la problemática), por la incontrolabilidad y la incertidumbre de la situación. Esto genera mucho estrés en las personas que lo intentan solas y en las parejas.
Hay varios momentos que son especialmente delicados:
- Cuando tras las evaluaciones médicas confirman un problema de reproducción. Ya sea por dificultad (por ejemplo, baja calidad de óvulos) o por incapacidad (por ejemplo, azoospermia). Esto supone un shock, aunque puedan acudir al médico porque sospechan de un problema, es muy duro para ellos tener el diagnóstico delante y comprender que sólo serán padres con tratamientos de reproducción asistida, o incluso casos en los que no serán nunca.
- Otro momento clave es cuando acuden por primera vez a un proceso de reproducción asistida. Muchas parejas acuden ilusionados pensando que en seguida van a conseguir el embarazo. Pero ello ocurre en un porcentaje pequeño de casos, ya que, al igual que la concepción natural, el embarazo se consigue tras varios meses de intentos, lo que significa, varios ciclos de tratamiento. Depende del caso, de los imprevistos, etc.
- Y, por supuesto, el resultado de embarazo negativo tras los tratamientos de reproducción. Supone una grandísima desilusión este resultado después de meses en los que la vida gira alrededor del tratamiento (acudir a la clínica, conversaciones, posible malestar asociado, desembolso económico de dinero , etc.)
Así y como aquellos casos de personas que han obtenido resultados positivos tras tratamientos, pero no han conseguido llevar el embarazo a término.
Es muy frustrante haber realizado varios tratamientos de reproducción y obtener resultados negativos. No es extraño que se comparen o sientan celos por parejas que sí han conseguido el embarazo o son padres. Estos sentimientos influyen en deseos de aislamiento y tristeza.
2. ¿En esto también se puede decir aquello de «cada persona es un mundo»? Imagino que cada pareja, cada realidad, el tiempo que lleve alguien detrás de la maternidad…cada caso es único
Aunque para todos sea complicado. Juegan un papel importante factores como el tipo de personalidad, las habilidades y los recursos psicológicos personales que tenga cada uno, los mecanismos que utilicen para afrontar el estrés, el punto en que está la relación de pareja, la manera de comunicarse y lidiar en pareja los problemas, y por supuesto el estado de ánimo general.
Además, es importante el significado que le dan al proceso: si supone una derrota, si supone un reto, si supone un daño en su autoestima. Por ejemplo, hay personas, sobre todo suele ocurrir en algunas mujeres, que siempre se han imaginado siendo madres. Y no conciben su vida si no es así. Al no conseguirlo, o tardar su vida se detiene.
3. ¿Cómo un profesional puede echarles una mano, cuál es la manera?
Los profesionales de la psicología podemos ayudarles en los diferentes momentos del proceso, apoyándoles en este duro camino y ayudarles a utilizar los recursos de afrontamiento que ya tienen, de otra manera (si fuera el caso), o explicarles otros más idóneos que les ayuden en los diferentes momentos.
Podemos ser soporte para aceptar el diagnóstico médico. A veces se sienten abatidos por el diagnostico, por ejemplo, que no puedan tener hijos con sus mismos genes. Y les cuesta ver otras alternativas, como la recepción de óvulos o espermatozoide. No todo se reduce a genes y se puede ser padre o madre de muchas maneras.
También podemos ayudarles a que le otorguen un nuevo significado a sus vidas y apoyarles en los duelos por las pérdidas que van experimentando.
Muchas veces las emociones son tan potentes, que no saben cómo manejarlas, y no todas las personas de su círculo cercano saben cómo ayudarles. Un profesional de la psicología puede ayudar a expresar, por ejemplo la rabia, y a canalizarla de una manera más funcional, sin que suponga un daño para sí mismos o su alrededor.
El estrés es tan grande que explicarles estrategias para controlarlo, como la relajación, les resulta muy útil.
A nivel de relación de pareja, los psicólogos podemos ser útiles para restablecer una comunicación efectiva. Los psicólogos podemos ser de ayudar a que aprendan a expresarse y escucharse, a que aprendan a entenderse, a tomar decisiones conjuntas, establecer prioridades, etc.
También suelen darse problemas en las relaciones sexuales, ya que el proceso se automatiza y se acota. Las terapias sexuales pueden ser útiles en este sentido.
Se trata de uno de los momentos más difíciles de tensión y desgaste a nivel individual y de pareja, pero también es un camino de superación de dificultades y de cambios, los cuáles producirán modificarán “la estructura de la pareja”.
4. El entorno de estas personas en un tratamiento de fertilidad o reproducción asistida, ¿qué papel juega? Pienso en las familias, los amigos, los compañeros…a veces somos muy de hablar «con buena intención», pero se puede terminar haciendo daño…
Es recomendable contar con una red social que sirva de apoyo, en estos momentos tan duros. Pero es importante que ambos miembros de la pareja lleguen a un acuerdo respecto a las necesidades de ambos de mantener informados a su círculo cercano.
Además de que es imprescindible que las personas escogidas para contar el tema sean personas que les quieran, entiendan el problema y respeten sus decisiones.
Es conveniente que para evitar que este apoyo se convierta en una carga, se les pida espacio para no avasallar a preguntas, que esperen a que la pareja decida cuándo y en qué momento dar la información, así como respetar los momentos de silencio.
En general, suele ser bastante positivo unirse a reuniones de personas que han experimentado esta situación y la comprendan.
5. ¿Qué ocurre si el tratamiento se alarga, si no funciona, si termina haciendo mella…?
Cuando se han realizado varios tratamientos y los resultados siempre son negativos se aprecia, según el momento del proceso en el que se encuentre un patrón emocional de esperanza-perdida, intensificado por los cambios hormonales. Se suele utilizar la metáfora de “la montaña rusa”. Este ciclo repetido varias veces suele influir en un mayor impacto negativo en distintos niveles.
Muchas veces se intenta suprimir la tristeza del resultado negativo, haciendo planes para el próximo ciclo, sin dejarse tiempo de recuperación psicológica para asimilar qué está ocurriendo y tomar medidas.
Entonces, comienza de nuevo el ciclo sólo que, estos sentimientos negativos y este desgaste emocional es cada vez más acusado, así como el estado de ánimo deprimido.
Conclusión:
Esta situación suele desgastar en la mayoría de los aspectos de la vida (p.ej. emocional, físico, financiero y de pareja) y ámbitos (p.ej. laboral, personal y social) trabajo, vida social, pareja, etc.). Tener hijos es el propósito, pero centrar completamente la atención en el proceso desgasta muchísimo. Lo más saludable en todos los sentidos es seguir adelante con la vida (trabajo, amigos, pareja, etc.) y continuar el tratamiento para conseguir el objetivo.
Es importante reflexionar también sobre las distintas posibilidades que existen para ser padres. Por ejemplo, la ovodonación, la adopción o ser padres de acogida. Cualquiera que sea la decisión tomada se ha de tomar junto a la pareja, y tras permitirse un tiempo de recuperación, planteándose que se trata de un camino completamente distinto.
Por último, llegados a un punto, pensar en la posibilidad de continuar la vida sin hijos. Aunque después de todo lo vivido puede parecer difícil, también es posible continuar adelante sin esta experiencia, planteándose otras metas.