Buenos días,
Soy María Peña, psicóloga sanitaria y colaboradora de Asproin.
Esta entrada es la continuación de otras dos entradas, en las que hablé de las dificultades psicológicas que suelen surgir en cada fase del momento de la búsqueda de tener un hijo. Ya sea en los momentos iniciales y de evaluación médicas, como en el resultado médico y la toma de decisiones.
En esta entrada hablaré del comienzo del tratamiento y de los resultados de la Beta espera. Se trata de momentos clave en el proceso, y especialmente complicados. Conocer las dificultades psicológicas que pueden surgir, así como seguir las recomendaciones generales, puede ayudar a llevarse de una manera más liviana. Para una consulta más personalizada, no dudéis en contactarme.
Quinto: Comienzo del tratamiento de reproducción asistida.
El comienzo del tratamiento suele vivirse de forma dual, con esperanza y pesimismo hacia el resultado final del tratamiento. En este punto son claves las expectativas realistas respecto a los resultados, ya que muchas parejas piensan que una vez iniciado el tratamiento médico, conseguirán su objetivo en poco tiempo. Esto ocurre en un porcentaje pequeño de casos, ya que, al igual que la concepción natural, el embarazo se consigue tras varios meses de intentos, lo que significa, varios ciclos de tratamiento.
Se trata de uno de los momentos más difíciles de tensión y desgaste a nivel individual y de pareja, pero también es un camino de superación de dificultades y de cambios, los cuáles producirán modificarán “la estructura de la pareja”. Los cambios son necesarios y útiles, ya que estamos ante un nuevo escenario, por lo que las acciones que utilizaríamos en otras ocasiones pueden no servir en estas nuevas.
Aunque la situación puede ser complicada de llevar, afortunadamente existen factores que influyen tanto en el diagnóstico como en el proceso relacionado con las dificultades de concepción. Estos factores pueden ser potenciados, muchas veces con ayuda de un/a psicólogo/a. Los más importantes son los recursos psicológicos personales, en qué punto está la relación de pareja, la manera de comunicarse entre ambos y el estado de ánimo general.
Resulta negativo el hecho de que la vida comienza a girar en torno al tratamiento, siendo como “el día de la marmota”, ya que los días, conversaciones y demás se basan en el tratamiento, el embarazo y los avances o retrocesos. Además, dependiendo del tratamiento escogido, habrá mayor o menor malestar físico, el cual suele sufrir la mujer, independientemente de quien tenga detectado el problema de fecundidad. Todos estos factores influyen en las personas, surgiendo síntomas de ánimo depresivo, el cual, se vuelve cíclico y oscilante.
A menudo, la pareja tiene distintas necesidades en cuanto a la cantidad de apoyo que desean recibir. En términos generales, las mujeres suelen demandar más apoyo que los hombres, teniendo una mayor necesidad de hablar sobre el tema. Es recomendable contar con una red social que sirva de apoyo, pero se debe llegar a un acuerdo respecto a las necesidades de ambos. Además, es imprescindible que las personas escogidas para contar el tema sean personas que les quieran, entiendan el problema y respeten sus decisiones. Para evitar que este apoyo se convierta en una carga, es conveniente que se les pida espacio para no avasallar a preguntas, que esperen a que la pareja decida cuándo y en qué momento dar la información, así como respetar los momentos de silencio. Realizando esto, se previene que la pareja tenga que dar explicaciones continuas sobre lo que va ocurriendo, especialmente en los momentos en los que no tengan ganas de hablar de lo sucedido.
También es frecuente en esta fase que surjan los primeros problemas sexuales, ya que algo tan personal e íntimo de la pareja pasa a ser un centro de atención. Transformándose en un acto mecánico y programado según la mejor franja horaria de concepción. Para cuidar el bienestar de la pareja, puede ser útil el uso de la creatividad y la comunicación para facilitar el entendimiento y acercamiento, así como el crecimiento conjunto y como persona.
Esta situación suele desgastar en la mayoría de los aspectos de la vida (p.ej. emocional, físico, financiero y de pareja) y ámbitos (p.ej. laboral, personal y social) trabajo, vida social, pareja, etc.). Pero generalmente las personas se adaptan a la situación y ésto termina formando parte de la vida.
Llegados a este punto, es frecuente sentirse extremadamente cansado, fruto del esfuerzo acumulado en etapas anteriores. Por lo que es recomendable descansar. Además, para no cargarnos con más peso del que estamos llevando, es importante eliminar aquellos estresantes que no nos aporten nada e intentar facilitar la vida en otros aspectos, realizando actividades gratificantes, por ejemplo, tomarse unas vacaciones.
Sexto: Resultados Beta-Espera
Después de la interminable Beta-Espera, se obtienen los resultados del tratamiento.
Cuando es positivo es una gran noticia, inundando a la pareja de felicidad y saliendo fortalecidos. Posiblemente, la etapa vivida puede asumirse como una “etapa dura” pero suele resultar fácil pasar de página.
No obstante, el resultado puede ser negativo y las personas pueden derrumbarse en un mar de tristeza, confusión y apatía. Especialmente, aparece una enorme sensación de incontrolabilidad y frustración, pues todos los esfuerzos intentados, al menos en esa ocasión, han devenido en resultado negativo. Los enfados hacia uno mismo o los demás son frecuentes, así como una disminución de la autoestima y sensación de inutilidad.
A nivel de relación de pareja, no todas las personas reaccionan de la misma manera y es posible que un miembro reaccione de una manera y el otro de forma completamente distinta. Siendo a veces confuso y sentirse poco comprendidos o apoyados por ella.
Aunque sea un momento muy duro, posiblemente el más duro de todo el proceso. Es importante pararse, expresar la rabia, y compartir los sentimientos y emociones con quien hayamos escogido. Suele ser contraproducente el aislamiento. Es recomendable pasar tiempo con las personas queridas. Para algunas personas es muy útil unirse a reuniones de personas que han experimentado esta situación y la comprendan.
Pasada la rabia inicial, es relevante reflexionar y analizar cuál será el próximo paso. Muchas veces es necesario realizar periodos de descanso entre tratamientos, para poder disminuir el desgaste emocional y equilibrarse anímicamente.
Cuando se han dado reiterados resultados negativos, estos sentimientos negativos y este desgaste emocional es cada vez mayor, así como el estado de ánimo deprimido. Muchas parejas encadenan unos tratamientos con otros, a veces por inercia y sin dejarse tiempos de descanso ni de recuperación anímica. A la larga, esto presenta factura psicológica.
Tener hijos es el propósito, pero centrar completamente la atención en el proceso desgasta muchísimo. Lo más saludable en todos los sentidos es seguir adelante con la vida (trabajo, redes sociales, pareja, etc.) y continuar el tratamiento para conseguir el objetivo.
Por último, es importante reflexionar también sobre las distintas posibilidades que existen para ser padres. Por ejemplo, la ovodonación, la adopción o ser padres de acogida. Cualquiera que sea la decisión tomada se ha de tomar junto a la pareja, y tras permitirse un tiempo de recuperación, planteándose que se trata de un camino completamente distinto. También es importante reflexionar sobre la posibilidad de continuar la vida sin hijos, pues aunque después de todo lo vivido puede parecer difícil, también es posible disfrutar de la vida y continuar adelante sin esta experiencia, y planteándose otras metas.
Me gustaría resaltar que en todas las fases de este duro proceso, es importante contar con ayuda de un/a psicólogo/a. Este profesional puede ayudarte a recuperar de nuevo el sentido de tu vida, te apoyará en el duelo, te permitirá expresar tus emociones, miedos y esperanzas. Puede ayudarte a que aprendas técnicas de relajación y respiración para reducir tu nivel de ansiedad y estrés. También puede ser de ayuda en terapia de pareja, cuando existan por ejemplo, momentos tensos entre ambos en los que os sintáis perdidos.
Espero que os haya resultado útil esta información y recomendaciones. Por favor, no dudéis en consultarme cualquier asunto que os surja. Contáis con mi apoyo profesional.
María Peña, psicóloga sanitaria.
Maria.pena.ramos@gmail.com